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viernes, 20 de septiembre de 2013

¿Valencia es la tierra de las flores?

Así, pero en afirmativo, comienza el pasodoble compuesto por José Padilla en 1924. No parece que el autor fuese mal encaminado al incluir estas palabras en su obra. Y es que por aquel entonces Valencia no alacanzaba los 300.000 habitantes y ya disponía de espacios como el Jardín de Viveros, el Jardín de Monforte, el Parterre o la Alameda, entre otros.


Sin embargo, en la actualidad llama la atención pasear por algunos barrios de la ciudad sin que apenas topemos con alguna zona ajardinada; es el caso de los barrios de Russafa, Malilla o Torrefiel. Buscando datos, éstos no hacen más que confirmar esta impresión. Las comparaciones resultan sonrojantes. Según una encuesta llevada a cabo entre diversos Ayuntamientos de ciudades de España, y cuyos resultados aparecen en el libro La Empresa de Jardinería y Paisajismo (Serafín Ros Orta, 2006), el ratio de espacios verdes por habitante de la ciudad de Valencia es un tercio respecto a la media española (15,38 m2/hab). Además, Valencia tiene el dudoso honor de ser, junto a Málaga, Palma de Mallorca y Córdoba, una las ciudades con más de 300.000 habitantes que no alcanza los 5 m2/hab., muy lejos del mínimo de 10 que recomienda la OMS.



Por otro lado, según aparece en la Guía de Parques Históricos y Jardines Urbanos de la Ciudad de Valencia, en 2009 este ratio era de 5,2 sólo contando los grandes parques (ver prólogos), aunque, según la misma fuente, y en principio, siguiendo un criterio de clasificación similar al de la encuesta de 2006 (ver tabla), este valor alcanzaría los 19 m2/hab en cuanto se aprobase el nuevo PGOU. Claramente, algo no encaja.

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